La pandemia mundial provocada por el virus Covid-19 ha cambiado la realidad social y económica de nuestra sociedad, y ahora desde los distintos sectores económicos tenemos que adaptarnos a la nueva realidad y buscar la fórmula para paliar los efectos de esta crisis. El sector turístico es uno de los más afectados, y en los que las consecuencias se prolongarán en el tiempo. Para arrojar un poco de luz, ACEVIN ha publicado una guía con pautas y medidas concretas para reactivar el enoturismo. Se trata de un documento en el que se establecen doce ejes de actuación: reformular el Plan estratégico de cada empresa, gestionar correctamente la comunicación, adaptar los productos y servicios enoturísticos a la “nueva normalidad”, poner el foco en la limpieza y la seguridad, adecuar los espacios y gestionar los aforos, adaptar la política de precios, reventar la promoción, reformular la comercialización, fidelizar a nuestros clientes, informar y formar a nuestro personal, centrarse en la sostenibilidad, y ser solidarios. 

Reformular el Plan estratégico -turístico y empresarial-

Es el momento de reflexionar sobre el Plan estratégico de nuestras empresas. Esta crisis nos obliga a optimizar los recursos humanos  y materiales, a redefinir nuestros objetivos, a revisar la oferta de productos y servicios, a definir una nueva política de precios y de promoción. Hay que reflexionar sobre los posibles escenarios futuros, y apostar por la creatividad y la innovación. 

Gestionar correctamente la comunicación

Aunque nuestras puertas se mantengan cerradas al público, deben recordar que existimos y no podemos perder el vínculo con nuestros clientes. Una vez que las autoridades lo permitan, habrá que informar de que ya estamos abiertos. Y, por supuesto, hay que dar al público argumentos importantes para visitarnos. Ahora toca centrar nuestros esfuerzos en la demanda turística nacional y en los mercados de proximidad. Pero,  no podemos olvidar que el turismo internacional volverá, y para ello tenemos que generar confianza. Es muy importante transmitir una imagen de seguridad y poner el foco en la limpieza como un valor añadido. Nuestra responsabilidad nos obliga a adelantarnos siempre a las dudas que puedan surgir al viajero.

Adaptación de productos y servicios enoturísticos a la “nueva normalidad”

En lo que ya se denomina la “nueva normalidad” tendremos que apostar por una atención más personalizada e individualizada, en general, tendremos que atender a grupos más reducidos. Habrá que tomar medidas constantemente, por ejemplo, hay que respetar la distancia mínima de seguridad, evitar aglomeraciones, servir alimentos en raciones individuales, flexibilizar los horarios para visitas o crear experiencias o actividades más centradas en el viñedo y al aire libre. La clave es mejorar la capacidad de personalizar la experiencia del visitante.

Limpieza y desinfección

ACEVIN está elaborando con el Instituto de Calidad Turística Española un protocolo bajo el título “Medidas para la reducción de riesgos higiénico-sanitarios frente al COVID-19” para el turismo industrial -en el que se incluye el enoturismo-. Es imprescindible seguir todas las recomendaciones, medidas y protocolos de actuación que dicten las autoridades sanitarias. Hay que desinfectar y limpiar constantemente y con mayores garantías, y formar al personal en los nuevos protocolos de limpieza y seguridad,

Adecuación de espacios y gestión de aforos

Los aforos en la “nueva normalidad” estarán mucho más limitados, por eso hay que tomar medidas como crear criterios de entrada y salida, evitando cruce de personas, adecuar espacios al aire libre como jardines, terrazas o zonas de picnic, disponer de todos los elementos para ofrecer un servicio seguro, e, inevitablemente, limitar aforos.

Política de precios

Cuando se puedan volver a abrir los establecimientos enoturísticos, será el momento de recuperar la confianza del visitante, dotando de un valor añadido a nuestro producto enoturístico por un importe asequible. La modificación de nuestra política de precios debe ser una decisión estratégica fruto de la reflexión, que dependerá tanto del tipo de producto, como del posicionamiento de nuestra marca. Además deberemos considerar otras variables como la elasticidad-precio de nuestra demanda. 

Promoción

También ha llegado el momento de desarrollar campañas de promoción mucho más cercanas e imaginativas. Hay que tener en cuenta que únicamente podrán seguir recibiendo visitantes las bodegas que cuenten con una apuesta decidida por el enoturismo, habiendo adaptado las instalaciones y preparado los espacios para acoger visitantes de forma profesional. Y esto nos dará la oportunidad de construir una relación más duradera con nuestros visitantes, dándoles una mejor atención y estableciendo vínculos a largo plazo. 

Comercialización

Es probable que nuestros canales de comercialización habituales se vean alterados. El turista buscará una mayor sensación de seguridad y confianza, por lo que es probable que elija un contacto más directo y cercano con el establecimiento prestatario del servicio, incrementándose la comercialización directa. Así, debemos tener una página web atractiva, clara y funcional, en la que se facilite el proceso de reserva de forma electrónica o telefónica, evitando esperas y transacciones a la llegada. Además, si es posible,  hay que fomentar que el pago de los servicios se realice de forma previa a la llegada del visitante.

Para mejorar las ventas y aumentar nuestra rentabilidad, tendremos que poner en marcha bonos regalo, generar campañas de marketing digital para incitar la compra, desarrollar estrategias de up y cross selling, y asegurar nuestra presencia en los canales de venta más importantes del destino.

Fidelización

Dadas las circunstancias, hay que fomentar que el cliente se convierta en un prescriptor de nuestros servicios, recomendando nuestra empresa a sus familiares y amigos. Para ello crea una base de datos actualizada, diseña programas de fidelización, genera una comunidad de amantes del enoturismo, y gestionar tu reputación online en los canales más importantes. 

Información y formación

La información y la formación constituyen una herramienta clave para la mejora de la competitividad del sector. ACEVIN recomienda a todas las empresas y entidades que conforman las Rutas del Vino que apuesten por llevar a cabo acciones de formación específica para la puesta en práctica de protocolos de limpieza y seguridad, sistemas de cálculo de aforos, mejora de la seguridad, etc.

Sostenibilidad y relación con el entorno

Este es un gran momento para potenciar la relación con los proveedores locales y afianzar su apuesta por el producto de proximidad. Esto mejorará nuestra imagen de marca y nos alineará con las tendencias de la demanda. Ahora más que nunca, es el momento de ser más cooperativos con nuestro territorio, apoyando y recomendando otras empresas y productos de la zona al visitante. Las estrategias tanto de los establecimientos como de los destinos deberán ir encaminadas a mejorar su alineamiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Solidaridad

El sector tiene que estar unido en este momento, hay que construir un nuevo modelo turístico en los territorios, y hay que profundizar en los modelos de colaboración público-privada de nuestras Rutas. “Es el momento de la solidaridad. De buscar relaciones beneficiosas para todos los agentes del territorio. Y también de ayudar a los que más lo necesitan”, asevera ACEVIN.

Consulta aquí el informe completo.