PROCESO DE CREACIÓN


Los vinos de la Denominación de Origen Rías Baixas son el resultado de la conjugación de unas variedades de uva únicas, que son cultivadas en una tierra única, por un pueblo paciente y tenaz que ha sabido mantener la tradición al tiempo que potencia los más innovadores avances tecnológicos.

El cultivo

El cultivo de las vides en el territorio de Rías Baixas es un proceso laborioso que requiere mucha atención debido a las múltiples dificultades que presenta el clima y la morfología del terreno, así como la delicadeza de las variedades de vides autóctonas. Por ejemplo, la necesidad de insolación, así como el exceso de humedad, ha hecho necesario que la estructura de cultivo más característica de Rías Baixas sea el emparrado, con el cual se obtiene la máxima insolación y se mantiene a la vid alejada de la humedad del suelo. Pero el emparrado no es el único método de cultivo utilizado en Rías Baixas, también se pueden encontrar otros formatos como el cultivo en espaldera.

La vendimia

La vendimia requiere un exhaustivo control por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, que cuida desde el momento de recolecta, así como la cantidad y calidad de la uva. Normalmente la vendimia se realizar en el mes de septiembre y principios de octubre. La fecha de inicio varia de una subzona a otra, puesto que las cosechas varían dependiendo de la zona. Antes de comenzar la vendimia se realizan controles de maduración con los que se pretende determinar cual es el momento óptimo para comenzar la vendimia en cada zona. Para ello se analiza el grado alcohólico probable de la uva y, en algunos casos, la acidez total del mosto. Para la recogida de la uva se utilizan cajas de hasta 20 kilogramos de tal forma que se mantenga la uva en condiciones óptimas. La vendimia de la Denominación de Origen Rías Baixas se realiza a mano, movilizando a unos 30.000 trabajadores. En el año 2010 se calcula que ha obtenido un producción total de más de 30 millones de kilos de uva.

Las marcas

A pesar de que todas las bodegas realizan un proceso de elaboración del vino muy semejante cada bodega elabora un vino diferenciado del resto debido a la diferente selección y tratamiento de la uva, así como la aplicación de diferentes métodos de elaboración. De tal forma que cada bodega puede ofrecer un vino diferenciado, o incluso una misma bodega puede presentar varias marcas o referencias diferenciadas. Y es que cada vino tiene vida propia, y un gran esfuerzo y trabajo detrás que únicamente conocen los propios trabajadores. Sin embargo, desde la Ruta do Viño Rías Baixas te ofrecemos la posibilidad de visitar nuestra zona y adentrarte en nuestras bodegas, para que conozcas de primera mano porque nuestros vinos son únicos.

La elaboración del vino

La elaboración del vino está constituida por una serie de fases que requieren un tratamiento diferenciado. Así se pueden distinguir las siguientes etapas:

– Maceración: Una vez que las uvas han sido recolectadas pasando todos los controles de la vendimia y de acceso a la bodega, se procede puede proceder a la maceración. En este proceso el mosto, la pulpa y las pieles (previo despalillado y/o estrujado) se mantienen en contacto durante un tiempo variable pero siempre a temperaturas bajas inferiores a 8ºC. El objetivo de la técnica de macerado en frío es extraer de las células de la piel los aromas varietales característicos. Este paso es opcional y no se utiliza en todas las bodegas.

– Prensado: su misión es extraer el mosto por medio de la presión ejercida sobre las uvas. Esta operación en Rías Baixas se suele realizar a través de prensas neumáticas. El estrujado y/o despalillado previos es opcional.

– Desfangado: operación que consiste en limpiar el mosto separándolo y despojándolo de las partículas más gruesas que pueden contener. En Rías Baixas habitualmente se realiza el desfangado estático con empleo de frío.

– Fermentación alcohólica: normalmente se realiza en depósitos de acero inoxidable y a temperatura controlada (en torno a 18ºC).

– Fermentación maloláctica: esta segunda fermentación se realiza para ajustar la acidez del vino. Los fermentos lácticos desencadenan la fermentación del ácido málico que se transforma en ácido láctico y ácido carbónico. En esta fase hay que destacar la existencia de una nueva y minoritaria línea de elaboración consistente en la fermentación y/o crianza en barricas de madera de roble.

– Trasiegos: tienen por objetivo separar lo más rápidamente posible, terminada la fermentación, el vino de las lías.

– Clarificación: eliminación de elementos sólidos en suspensión. Se utiliza clarificación por encolado y/o filtración.

– Estabilización tartárica: en la que se somete el vino a una temperatura en torno a –4ºC de 7 a 10 días. Si se siembra con cristales de bitartrato potásico este tiempo se reduce a la mitad. Con este proceso se pretende eliminar las precipitaciones tartáricas.

– Embotellado: los vinos de Rías Baixas pueden ser embotellados precozmente, incluso antes de que finalice el año en que se ha cosechado la uva y seguir embotellando partidas posteriormente en función de la demanda, o efectuar un único embotellado tardío, en primavera o verano.