La Ruta do Viño Rías Baixas ha registrado un nuevo éxito de acogida en las Jornadas de Puertas Abiertas de las Rutas del Vino de Galicia, impulsadas por Turismo de Galicia. Alrededor de 400 personas participaron durante el pasado fin de semana en las actividades específicas propuestas desde este itinerario enoturístico, incluido en el Club de Producto de las Rutas del Vino de España.

La iniciativa que contó con mayor número de asistentes fueron los Buses del Vino, que en esta séptima edición de las Jornadas de Puertas Abiertas incorporaron enoexperiencias diferenciadoras que se combinaron con las ya tradicionales visitas a bodegas. “Esta propuesta fue muy bien acogida por todos los visitantes, que pudieron comprobar las amplias posibilidades enoturísticas de la Ruta do Viño Rías Baixas en una completa jornada”, explica la gerente de la asociación sin ánimo de lucro, Lorena Varela. Así, entre las propuestas se encontraban desde un paseo en catamarán a talleres de elaboración de jabones o licores, catas especiales y degustaciones de productos de calidad diferenciada.

“Teniendo en cuenta la excelente acogida que todos los años tienen nuestros Buses del Vino, siempre con una larga lista de espera, estamos valorando la posibilidad de incrementar los recorridos de cara al próximo año”, anuncia Varela. De este modo, no se descarta la posibilidad de llevar algunos de los itinerarios a la jornada dominical con el fin de facilitar la asistencia.

Actividades especiales

Además de los Buses del Vino, la Ruta do Viño Rías Baixas también apostó por ofrecer dos espectáculos en otras tantas bodegas asociadas. Así, el sábado más de un centenar de personas acudieron a la Ruta de Ilusión, que contó con un sorprendente espectáculo de ilusionismo, que corrió a cargo de Cayetano Lledó. Cartas que aparecían y desaparecían o mesas voladoras fueron sólo algunos de los destacables momentos vividos en una sesión en la que disfrutaron tanto mayores como los más pequeños de la casa.

Las actividades de la Ruta do Viño Rías Baixas concluyeron ayer por la mañana con la puesta en escena de la actividad Al ritmo de la Ruta. En este caso, los cuatro integrantes de Odaiko Percusión sorprendieron a los más de 50 asistentes con sus habilidades para crear música a partir de objetos de lo más cotidianos.

Entre ellos destacaban las botellas de vino con las que recrearon melodías de lo más conocidas o incluso una batería elaborada con cubos que normalmente se utilizan en tiempo de vendimia, a los que se unía un recipiente que se utiliza para sulfatar las viñas. Todo ello mientras se relacionaba la música y la percusión con la historia del mundo del vino.